Uno de los aspectos que más me llamó la atención en Japón fue la limpieza. Y por lo que veo no soy la única, aquí hay un enlace que comparte la misma opinión: Japón y la limpieza.
Una de las demostraciones de lo asimilada que está la importancia de la limpieza en la cultura japonesa sucedió en Brasil durante la Copa Mundial de Fútbol, cuando los hinchas japoneses dieron mucho de qué hablar tras dejar impecables las gradas que habían ocupado...¡impecable!
Todo empieza en el colegio. Hacer que limpien el colegio ellos mismos enseña respeto, responsabilidad e enfatiza la igualdad, todos deben colaborar en la limpieza y este tiempo también es tiempo de conversación con amigos, y no se ve aburrido, como en occidente. Lo ven como preparación para la vida diaria (ver aquí)
Pero en educación hay más cosas curiosas: por ejemplo que todos comen en el colegio. Unos se llevan la comida de casa. Y otros comen la de los comedores escolares. Cada clase va a buscar su carro de comida, tras haber tomado las medidas higiénicas necesarias. Se come en clase. El profesor come con ellos, pero son los mismos niños los que cumplen con su tarea y cada uno hace su parte: sirven a sus compañeros, lavan y limpian, reciclan los bricks y lo devuelven a su lugar (puedes ver aquí).
En el sistema japonés, en los primeros años (hasta 4º), más que los conocimientos, importa aprender a ser independientes, a respetar a las personas y animales, a relacionarse y ser generosos, a ser disciplinados y respetar el trabajo, a ser ordenados y la limpieza, a trabajar en grupo y a cuidar la naturaleza. Lo importante en la educación primaria es aprender a ser buen ciudadano (aquí lo puedes ver o aquí).
El sistema se basa en la calidad de las clases, no en la cantidad. Por ejemplo, el profe pone un problema y el primero que lo resuelve levanta la mano, el profe lo revisa y si está bien, ese alumno será el que corrija al siguiente, y le enseñará si tiene problemas.
Las materias que estudian incluyen japonés, matemáticas, ciencias, estudios sociales, música, artes, educación física y economía doméstica (para aprender habilidades de cocina y costura simples). Un creciente número de escuelas primarias han empezado a enseñar inglés también. La tecnología de la información se ha utilizado para mejorar la educación, y la mayoría de las escuelas tienen acceso a internet.
Los estudiantes también aprenden artes japonesas tradicionales como el shodo (caligrafía) y haiku. Shodo implica sumergir un pincel en tinta y usarlo para escribir kanji (caracteres que se utilizan en varios países de Asia oriental y tienen sus propios significados) y kana (caracteres fonéticos derivados de kanji) en un estilo artístico.
No es raro ver a los niños ir solos a la escuela, incluso en una gran ciudad como Tokio, cogen el metro y van solos. Deben tener responsabilidades y asumir las consecuencias de lo que hacen. Desde niños saben que pueden confiar en los demás en caso de emergencia. (ver aquí).
También hay un método, el método Kaizen,o regla del minuto, para conseguir hacer tareas que no nos apetecen, y no parece difícil. Parece infalible. Simplemente se le dedicará un minuto pero con la condición de que sea siempre a la misma hora todos los días. Llega el día en que es automático porque se ha interiorizado y ya no cuesta algo que antes resultaba complicado. Con el tiempo se puede aumentar a 5 minutos, y en un siguiente paso a 10 minutos, y que no importe el tiempo invertido.
La Embajada de Japón tiene entradas chulas, como esta.
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